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Contenido de este blog: Grupos de Autoayuda Gratuitos, Carrera Psicología Social Comunitaria, Direccionario de ayuda social, abordaje, artículos,
juegos de ingenio, experiencias y testimonios interesantes, graciosos o reflexivos sobre la psicología social actual.

Tratado: Las emociones se generan por nuestra forma de pensar, interpretas y valorar los hechos, no por los acontecimientos que vivimos. Si aprendemos a educar nuestro sistema de pensamientos, lograremos tomar mejores decisiones. Este es el desafío a enfrentar, y es una responsabilidad personal.

jueves, 28 de febrero de 2013

Las 11 Reglas de la Vida que tus Hijos no Aprenderán en el Colegio


Discurso de Bill Gates:
 Las 11 Reglas de la Vida que tus Hijos no Aprenderán en el Colegio
Bill Gates volvió recientemente a su antiguo instituto a dar un discurso a los alumnos, y entre todas las cosas que les dijo recalcó 11 reglas de vida para que tuvieran en cuenta los chicos:

Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.

Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

Regla Tres- No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido de la escuela, y no serás el vicepresidente de una empresa, con coche gratis, hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho. 

Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.

Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

Regla Siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como lo son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, lavar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo “super” que eres y lo pesados que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes, contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y closet.

Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesitas para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.

Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

Regla Diez- La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.

Regla Once- Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

Revisado por: Miriam Albreganti

domingo, 24 de febrero de 2013

EL CUERPO GRITA LO QUE LA BOCA CALLA

‎"La acción es aquello que materializa nuestros pensamientos y nuestras emociones, es el catalizador, de nuestra voluntad puesta al servicio de nuestro Yo. Sin embargo, cuando percibimos que nuestras acciones no son oportunas o incluso nos pueden poner en peligro, reprimimos la expresión del flujo de la energía y la contenemos en nuestro cuerpo; la cargamos corporalmente". De esta manera, vamos deteniendo el flujo de nuestra vitalidad, de nuestra energía, y además de retener nuestra expresión, nos crearnos enfermedades.
El cuerpo funciona al unisono con la emoción que lo domina y viceversa.

"Tu enfermedad refleja una desarmonía interior, en tu alma. Tu enfermedad es tu aliada, te señala que mires en tu alma, a ver qué te sucede. ¡Dale las gracias: te brinda la ocasión de hacer las paces contigo mismo!"
Dra. Ghislaine Lanctot 
Revisado por: Miriam Alberganti



miércoles, 13 de febrero de 2013

Esta ansiedad me esta matandoooo!!

Trastorno de ansiedad generalizada
EL CASO DE MARINA: “ ¡Podría pasar cualquier cosa!.
Marina, de 52 años, es ama de casa y madre de cinco hijos ya adultos. La relación con su marido ha perdido mucho con los años pero se resiste a iniciar la separación. Marina se ha preocupado en exceso por muchos motivos: sus hijos, su madre, sus nietos... Algunas frases típicas suyas son: “¿Ha llegado Joaquín?”; “¿Están bien los críos?”; “Llevad cuidado con el coche”; “No salgáis hasta muy tarde, que nunca se sabe qué puede pasar en la noche”. El menor de sus hijos tiene ya 20 años y se ha acostumbrado a las continuas advertencias y sugerencias para prevenir males posibles. También se ha acostumbrado a llamarla por teléfono en mitad de la noche cuando sale con los amigos para informarle de que no pasa nada, que todo va bien. Marina reconoce que le resulta difícil dejar de preocuparse tanto por todos y por todo. Le resulta muy difícil concentrarse en otra cosa que no sean los peligros que acechan a los suyos, confundiendo con frecuencia el hecho de que un peligro sea posible con el hecho de que sea probable. Tiene dificultades para dormir y mucha tensión muscular acumulada. Se resistía a reconocer que lo suyo era un problema de ansiedad “porque los peligros son reales”.
EL TRASTORNO
La ansiedad generalizada, o ansiedad flotante, es aquélla que no está focalizada en ninguna situación de las que hemos visto en los trastornos anteriores. En el trastorno de pánico se temen las crisis de ansiedad o los lugares donde es más fácil tenerlas, si se da con agorafobia. En la fobia social se temen las situaciones sociales y la crítica negativa de los demás. En las fobias específicas se temen situaciones concretas como los ascensores, las tormentas o los animales, por ejemplo. En el trastorno obsesivo-compulsivo se teme la contaminación, cometer errores o blasfemar, por citar algunas obsesiones. En el trastorno de estrés postraumático se temen los recuerdos del acontecimiento traumático.
En el trastorno de ansiedad generalizada no se teme nada en particular pero se teme todo al mismo tiempo. La persona que sufre este trastorno de ansiedad tiene una gran facilidad para preocuparse por muchas cosas y mucha dificultad para controlar las preocupaciones. No se limita la ansiedad a una o varias situaciones con cierta similitud entre sí, como ocurre en el resto de trastornos de ansiedad. Es como si siempre hubiera algo de lo que preocuparse: pequeños problemas en los estudios, el trabajo, o la relación de pareja, tener un accidente al salir de casa... En cualquier momento algo puede ir mal o puede pasar algo o no se está haciendo lo suficiente para asegurar la economía familiar (que, por otro lado, tampoco tiene ningún problema especial). Y además resulta imposible dejar de preocuparse por las pequeñas cosas de la vida.
Esta ansiedad constante se manifiesta, lógicamente, en síntomas como: dificultad para concentrarse, inquietud, fatiga, irritabilidad, tensión muscular o problemas para dormir.
LA CLAVE DEL TRASTORNO
Las personas con ansiedad generalizada parecen poseer un radar muy sensible para detectar los problemas que pueden aparecer en cualquier momento. Es como si les costase adaptarse a la vida cotidiana, a sus cambios y a sus amenazas —continuas, pero poco probables—. Es cierto que existen los accidentes, las violaciones, las catástrofes económicas y el paro, pero eso no significa que debamos permanecer siempre en casa y no salir nunca por la noche a cenar o al cine.
La solución que adopta la persona con este trastorno es la preocupación intensiva. De hecho, esto le funciona en cierta medida debido a que la preocupación excesiva provoca un funcionamiento intensivo del hemisferio cerebral izquierdo (que soporta el pensa46 miento lógico y racional), y una cierta inhibición del hemisferio derecho, que se encarga de la formación de imágenes y que tiene más poder para causar alteración emocional. Es como si preocupándonos en exceso evitásemos en cierta medida imaginarnos las consecuencias de los temores básicos que vienen a nuestra mente. Pero esta solución sólo funciona en parte porque la preocupación intensiva genera síntomas físicos de ansiedad como tensión muscular, irritabilidad o problemas con el sueño. Y lo que es aún más importante: bajar el ritmo de preocupación nos permite imaginar mejor lo que tememos (las consecuencias del paro, la evolución de esos pequeños problemas del niño hasta que se hace drogadicto o delincuente, etc.).
El problema real al que se enfrenta una persona con ansiedad generalizada es distinguir lo que es posible de lo que es probable. En realidad, todo es posible. Podemos perder el trabajo, suspender un examen que llevamos bien estudiado, salir a la calle y ser atropellados en la puerta de casa... Todo es posible. Pero, ¿es probable? Ésa es la cuestión. No todo es probable. Muchas personas salen a la calle todos los días y muy pocas son atropelladas. Y no digamos el número de los que son atropellados ¡en la puerta del propio domicilio! Generalmente, los exámenes los aprueban los alumnos que los llevan mejor preparados y los suspenden los que no los llevan lo suficientemente bien preparados. Es cierto que algunos alumnos se ponen nerviosos y no pueden demostrar su conocimiento, pero muy pocos suspenden cuando deberían haber sacado la máxima nota. También podemos perder el trabajo e ir al paro pero, analizado en frío, ¿es eso realmente probable? Aquí puede que sea más difícil dar una respuesta; depende de la estabilidad laboral que nos otorgue nuestro contrato, de las condiciones laborales de nuestro sector, de la situación económica actual, etc.
Otros trastornos de ansiedad
Algunas enfermedades médicas como el hipertiroidismo —una alteración de la glándula tiroidea— o la enfermedad de Parkinson, pueden producir síntomas parecidos a los trastornos de ansiedad descritos. En unos casos la enfermedad médica será la causa única de esos síntomas y en otros el trastorno de ansiedad se presentará simultáneamente con la enfermedad médica.
Los síntomas de ansiedad también pueden aparecer en otros trastornos psicológicos como la tartamudez, la anorexia y bulimia, el trastorno dismórfico corporal, la hipocondría, el trastorno esquizotípico de la personalidad, un trastorno generalizado del desarrollo o un trastorno psicótico.
Por otro lado, el consumo de determinadas drogas, medicamentos o sustancias como la cafeína, puede provocar trastornos de ansiedad similares a los que hemos revisado en este capítulo. Estas sustancias pueden ser la causa única de los síntomas de ansiedad; en tal caso, la ansiedad desaparece cuando nuestro cuerpo elimina (metaboliza) los restos de esa sustancia. Pero estas sustancias también pueden desencadenar un trastorno de ansiedad que se mantenga incluso cuando ya no hay restos de la sustancia en nuestro organismo. Esto ocurre con cierta frecuencia en el trastorno de pánico; a partir del consumo de cafeína en dosis altas llegan a producirse de forma inesperada los primeros síntomas de una crisis de ansiedad. A partir de ahí pueden ocurrir nuevas crisis sin consumo de cafeína previo, estableciéndose un auténtico trastorno de pánico.
Trastornos adaptativos
A veces los síntomas de ansiedad se producen como consecuencia de agentes estresantes tales como un despido laboral, la ruptura de una relación sentimental o problemas familiares de reciente aparición. En este caso los síntomas de ansiedad dan lugar a lo que denominamos trastorno adaptativo con ansiedad. Para realizar ese diagnóstico es necesario que la ansiedad constituya una fuente de malestar importante sin que se alcance la intensidad para convertirse en un trastorno de ansiedad de los descritos anteriormente. Cuando además de síntomas de ansiedad también se dan síntomas depresivos, como la tristeza o la apatía acusada ante las actividades que antes resultaban placenteras, entonces hablamos de trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo.

psicoactiva

martes, 12 de febrero de 2013

Vivo siempre con ganas llorar ...



Trastornos emocionales:
 labilidad emocional



“…Me siento mala, algo me pasa, río y al momento lloro sin saber el motivo, ¿qué me está pasando?”

No puede haber una mente sana , en un cuerpo enfermo, ni puede haber una mente enferma en un cuerpo sano.

Conocemos este estado como “Labilidad emocional”, podemos encontrarnos con esta sintomatología en toda una lista de trastornos y afecciones a nivel emocional como:

§   Ansiedad Generalizada

§   Depresión

§   Trastorno Bipolar


PERO… ¿Dónde lo vemos comúnmente y en nuestra misma casa, sin darnos cuenta?

En el Síndrome Premenstrual por ejemplo, son esos  altibajos emocionales que experimentamos durante los días previos o durante el período menstrual, repetidos, más o menos aparatosamente también durante la Menopausia. PERO NO POR TODAS LAS MUJERES, HAY QUE HACER NOTAR ESTO.

En los varones no es muy distinta la cuestión. Debido o no, a procesos hormonales como en las mujeres, suelen vivir iguales penurias y sin darles mucha atención decimos: “es que él es así, nervioso, con tendencia a la irritabilidad, no era así pero está un poco raro”, no nos preguntamos el porqué el motivo parece no estar acorde al grado o tipo de respuesta emocional manifestada. Y NO TODOS LOS VARONES, TAMBIEN HAY QUE RECALCARLO.

¿Falta de afectividad? ¿Indiferencia? ¿Desconsideración? ¿Cansancio?

Observamos  cambios en la manera de expresar la afectividad, existe incongruencia, no  sólo en la manifestación de emociones negativas como gritos o malos modos,  aparición de llantos intempestivos sino también en las emociones consideradas positivas: tales como risas exageradas, euforias súbitas  que suelen surgir de forma repetitiva y sin control alguno, tanto que la propia persona afectada puede llegar a preguntarse: “¿qué me está pasando?”.


La labilidad emocional se manifiesta como   descontrol de las emociones, está acompañada de súbitos cambios de humor, no necesariamente llega a ser considerada como   un problema psiquiátrico  en sí, aunque si observamos  con atención los signos y síntomas se constata que se asemejan en gran medida a los mismos signos y síntomas de casos psiquiátricos como el autismo, la esquizofrenia e  incluso se podría decir que  dichos síntomas y signos SON CLARAMENTE PATOGNOMÓNICOS DE LOS CASOS DE DEPRESIÓN O TRASTORNO POR ANSIEDAD GENERALIZADA.

La labilidad emocional SUELE PRODUCIRSE  en  personas aparentemente “sanas”, me refiero a aquellas que nunca fueron diagnosticadas previamente con ninguna psicopatología.

De ahí que, esta labilidad emocional confunde a menudo a las personas acompañantes o a quienes conviven o atienden a un niño o a un adulto con estas características. Observar, por ejemplo en ellos que  un hecho, palabra o gesto sin importancia  en nuestro criterio, desencadena en ellos a menudo  una crisis de angustia o un ataque de ira o de cualquier otra emoción inadecuada, es desconcertante. Esa misma reacción  la  vemos talvez con mayor nitidez, en una persona o niño con autismo o algún otro trastorno psiquiátrico. 


¿La labilidad emocional y esos trastornos psiquiátricos SON LO MISMO? O  ¿SÓLO SE TRATA DE GRADOS DIFERENTES?


Así lo expresan en sus trabajos sobre PSIQUIATRIA ORTOMOLECULAR el Dr. Linus Pauling y colaboradores como el Dr Abraham Hoffer Veamos cuáles pueden ser los factores desencadenantes de LA LABILIDAD EMOCIONAL. Con paciencia podríamos resumirlos en los puntos siguientes y considerarlos como fases etiológicas (causales):

1.        Factores del desarrollo orgánico: vida intrauterina, nacimiento y amamantamiento cuyas deficiencias implican una baja oxigenación general

2.        Esa baja oxigenación determina un desorden en ese organismo poco desarrollado, lo cual conduce a una inadecuada asimilación de nutrientes

3.        Como consecuencia tendremos: FALLA PROTEICA, DEBILIDAD, DESNUTRICION

4.        pobre tolerancia a la frustración, INFELICIDAD, DESANIMO, TRISTEZA.


DESARROLLO DE LOS PUNTOS


Punto 1.- Si al momento de procrear a un nuevo ser, tanto padre como madre poseen falta de desarrollo en sus organismos, lo que conocemos en odontología como DEFICIENCIAS EN EL DESARROLLO CRÁNEOFACIAL : boca abierta permanente, labios sin tono muscular como festoneado, nariz poco desarrollada chata, sin base o nariz filuda con aperturas o narinas estrechas y aletas nasales blandas sin tono con tendencia al colapso (Laxitud de las paredes de un órgano hueco o de un vaso sanguíneo) y permanentemente fría, típica muestra de que no recibe adecuada circulación sanguínea. Nos damos cuenta de que estamos ante un organismo con serias deficiencias oxigenatorias, circulatorias y que por tanto su vástago no estará en mejores condiciones que él (padre) o ella (madre). Un árbol enfermo no puede dar frutos sanos.

Por ejemplo cuando sabemos que un paciente no pudo alimentarse en sus primeros meses de vida al pecho de su madre, tuvo que tomar leches maternizadas y posteriormente se alimentó a base de papillas, todo molido, batido, hecho purés, ya se puede saber cuál será la historia de su vida: maxilares atrésicos= estrechos, insuficientemente desarrollados, que quedarán en evidencia cuando se observen los dientes apiñados. Es como si tuviese el cráneo “arrugado”, y si se pudiera estirar como si fuera de goma, los dientes tomarían la posición correcta.

Es necesario tener en cuenta que el proceso de amamantamiento, no es un  reflejo de succión si no que es una MASTICACIÓN SIN DIENTES, cuyo ejercicio va a permitir el continuo del desarrollo cráneofacial.




Con este ejercicio de los maxilares al amamantar, el músculo va llevando al hueso , lo que hará que se vaya colocando el hueso del cráneo, que es uno sólo, en posición correcta, dando adecuada situación a cada lóbulo cerebral , lo que sin duda llevará a un funcionamiento adecuado de las funciones comprometidas  de ése cerebro. Esto sin mencionar, que el fondo de ojo se colocará en posición correcta , las fosas nasales, tabique, pómulos, columna vertebral, hasta cada pie, como si de piezas de dominó se tratase, todo se va  organizando para permitir que funciones vitales como el de respirar, caminar, moverse , ver, se lleven a cabo sin mayor molestia que las que la propia vejez implica; como ocurre en tribus del Amazona y aún en algunas de África , que aún carecen del “privilegio” de nuestra civilización,  que mas que beneficios nos ha traído perjuicios. Ya en su tiempo el fisiólogo francés, Alexis Carrel, premio Nobel 1912 pronosticó que esta civilización iba a irse deteriorando en vez de servir realmente a la raza humana.

De esta forma , observando la historia clínica, anamnesis del paciente, podemos vislumbrar no sólo lo que le ha traído a consulta, si no todo un abanico de molestias y trastornos , que la propia persona creyó “irrelevante”


Punto 2.- Ya presente esa baja OXIGENACION debida a causas eminentemente físicas, el desorden general está servido. En ese individuo los reguladores de lo que debe comer, beber , hacer serán anormales, apetecerá comer cosas inadecuadas; azúcar blanca, leche de vaca y derivados (LA LECHE DE VACA ES UNICAMENTE SALUDABLE PARA SU VÁSTAGO: EL BECERRO), poseerá todo tipo de alergias  e incapacidades, frente al gluten por ejemplo. Será un enfermo al que se le prohibirán muchos tipos de nutrientes naturales porque no es capaz de aceptarlos. Estará  condenado a ser “especial”: a comer pan hecho de harina de espelta y cosas así.


Ya lo dijo Alexis Carrel, refiriéndose a la CIVILIZACION: “El hombre ha creado un mundo no acorde a su naturaleza y es en él un desconocido” 


Punto 3 y Punto 4 .-  ¿Qué tenemos? Una persona enferma, débil con toda una GAMA DE INCAPACIDADES no solamente en sus labores orgánicas físicas sino obviamente también en todo lo referente a su trabajo CEREBRAL y lógicamente en su comportamiento. La química de lo que se ingiere, vuelve saludable o lo trastorna todo, por ejemplo el consumo de LSD que provoca alucinaciones graves. Por otra parte en India se tiene claro que

EL UNICO MEDICAMENTO PARA TU ENFERMEDAD ES TU ALIMENTO.

Esta aseveración es fácilmente comprobable, ya en Argentina el Dr. Carcavallo trataba con éxito las encías sangrantes (ESCORBUTO: muestra de un gran deterioro general NUTRICIO) mediante DIETA DE RECUPERACION DE LOS MUCOPOLISACARIDOS o sea la renovación de las macromoléculas de la materia viva.

Esta DIETA contiene como la del Dr. Linus Pauling, vitaminas, minerales, óligoelementos y comida natural en su mayor  parte crudas, en su primera fase, con el fin de no cargar de trabajo a un organismo debilitado.

PERO ¿QUÉ PODEMOS HACER?

¡MUCHO!


Nutrición inteligente, respetuosa, acorde a la naturaleza humana, con conocimiento de la química alimentaria.

Para descubrir por ejemplo que “LA DEPRESION ES DESNUTRICIÓN” y que es perfectamente tratable  con la dieta de recuperación de mucopolisacáridos

Que la LABILIDAD EMOCIONAL es un estado carencial orgánico, tratable con dieta, minerales, vitaminas.


ROJAS MENDOZA

martes, 5 de febrero de 2013

La psicología y la alimentación


 La psicología es la ciencia que tiene entre sus objetivos estudiar ycomprender la formación y el desarrollo emocional y de comportamiento del ser humano. A partir del nacimiento o aún antes, el ser humano comienza a desarrollar una estructura emocional y conductual  que llamamos personalidad. Esta estructura se desarrolla a partir de la interacción de la mente con el cuerpo y el ambiente. La mente trabaja de forma dinámica en sincronía con todos los estímulos internos y externos, realizando en cada momento una evaluación de la situación y en consecuencia produciendo emociones, sentimientos y conductas.
         Obviamente, en los fenómenos de la nutrición, están los primeros y más significativos estímulos que el ser humano experimenta, tanto internamente cuanto externamente. Así, la alimentación se relaciona fuertemente con las emociones, sentimientos, comportamientos e, inevitablemente, con la personalidad que comienza a tomar forma. Además, la alimentación del recién nacido está siempre relacionada al contacto con otro ser humano. De esta forma, en el contacto conjunto con los alimentos y con otro ser humano, el niño experimenta una amplia gama de sentimientos y emociones positivas como: el placer del gusto, el cariño, confort, protección, amor, o sentimientos negativos como: el hambre no saciada, la irritación, la inseguridad, el descontrol, el miedo y algunas insuficiencias. Los fenómenos de la alimentación participan, así, en la estructuración de la personalidad que se forma desde la más tierna edad. Todavía podemos decir que el entrelazamiento de la alimentación con la personalidad continua por toda la vida. Las familias tienen formas variadas de conjugar la alimentación con diversas situaciones como: conmemoraciones, reuniones, premiaciones, obligaciones, puniciones, compensaciones, etc. Es evidente entonces que la alimentación está íntimamente ligada a la formación y manutención de la personalidad.
            Cada vez más, las personas y los gobiernos se preocupan con el control del peso como un factor importante en la salud y, además, hay una fuerte exigencia social por la apariencia delgada. Muchas providencias se toman, tanto por los individuos como por los gobiernos en ese sentido. Sin embargo, típicamente, estas medidas centran los esfuerzos en los aspectos médicos y farmacológicos, en las dietas y ejercicios físicos. Parece que la personalidad del individuo no está muy bien considerada en la lucha por el control del peso, y siendo ella el modelo base de la conducta humana, hace falta tenerla en cuenta como parte esencial del problema de control del peso. Siendo así, entiendo que, juntamente con los profesionales médicos, nutricionistas y educadores físicos, los psicólogos tienen mucho que contribuir trabajando en la personalidad de los individuos, para ayudarles a formar nuevos comportamientos que favorezcan el control del peso.
La alimentación del ser humano es mucho más que un proceso natural de nutrición fisiológica. Ella está en la base de la estructura de la personalidad fundida con las emociones y sentimientos positivos e negativos de amplio espectro. Por lo tanto, el problema del control del peso en niños, adolescentes y adultos necesita considerar aspectos que van más allá de la nutrición, porque lo que está en juego es el ser humano en su totalidad, incluyendo sus emociones, sentimientos, comportamientos, y por tanto su personalidad. De este modo, la psicología a través de la psicoterapia, debe tener un papel importante en el trabajo profesional del control del peso, tanto por razones de salud como por razones estéticas.
Rodrigo Rezende

FOBIAS Dime que sientes y te diré que fobia tienes.

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