No es más que la expresión de las emociones que nos oprimen. Una frase que la define muy bien y que ya os he hablado de ella en otras ocasiones es
EMOCIONES EXPRESADAS,
EMOCIONES SUPERADAS.
Con la Ventilación Emocional lo que conseguimos es que esas emociones que nos hacen sentir mal no se queden enclaustradas dentro nuestro.
Una emoción no canalizada favorece la aparición de malestar físico (dolores tensionales, cardiovasculares, musculares, etc.). Al poner en práctica la Ventilación Emocional conseguimos aligerar esa carga y el malestar se va disminuyendo hasta conseguir convertirlo en bienestar.
Muchos de mis pacientes al principio son reacios a expresarse emocionalmente ya que se sienten desprotegidos, vulnerables ante mí. No quieren que yo pueda descubrir sus puntos débiles, pero cuan equivocados están, porque precisamente el liberar todo este conjunto de emociones negativas, que los tienen limitados en su vida diaria, es lo que luego, con el paso de las sesiones, les abre la puerta al camino del bienestar físico y mental.
¿Cómo podemos aplicar la Ventilación Emocional?
La forma de aplicar esta técnica es muy diversa, lo ideal es que uno muestre sus emociones con cualquier persona que considere que lo puede entender y a la vez le sirva como una descarga, pero la realidad es que no siempre tenemos a mano a esa persona amiga que nos pueda ayudar como interlocutor, o bien tenemos miedo de expresarnos libremente por temor a ser juzgados. Por ello os recomiendo asistir a un Especialista de las Emociones, que no sólo va a escucharos activamente sobre lo que os pasa, sino que os va a enseñar técnicas para que podáis favorecer esta Ventilación Emocional que nos ocupa y a la vez ahondar en lo sucedido ayudándoos a organizar vuestras emociones de manera que entendáis el porqué os sentís así.
La Ventilación Emocional la podéis hacer de manera verbal, es decir mediante un diálogo, pero también de manera escrita. El escribir sobre las emociones no sólo ayuda a la ventilación de las mismas, sino que ayuda al razonamiento de lo que nos pasa, ya que se tiene que hacer el esfuerzo de expresarlo por escrito, y nos sirve de guía para otras ocasiones en las que nos encontremos en la misma situación.
Al fin y al cabo ¿cuántos de nosotros no hemos escrito diarios en nuestra vida?, los diarios no son más que eso, una “Ventilación Emocional”.
Animaros a expresar vuestras emociones porque veréis lo beneficioso que es para vosotros mismos y como mejora vuestra relación con los demás.
CIARA MOLINA